A lo largo de nuestro ciclo vital los seres humanos vamos enfrentando diferentes situaciones adversas como fracasos, separaciones, mudanzas, pérdidas importantes, muertes, migraciones, violencia. La forma que utilizamos para enfrentar problemas y tomar decisiones, fáciles o difíciles, depende de las circunstancias y los recursos emocionales únicos de cada persona. Admiramos personajes que enfrentan con éxito eventos traumáticos, sin detenernos a pensar que cada uno de nosotros también hemos sido capaces de superar y adaptarnos de forma positiva a las adversidades de nuestra vida.
Ser resiliente no es ser extraordinario pues esta capacidad está en todas las personas. Nuestra gran tarea está en desarrollar y mantener esta capacidad con actitud y firmeza.
Disponte a reconocer y trabajar con las siguientes estrategias útiles para desarrollar y fortalecer la RESILIENCIA por ti mismo.
- ESTABLECE RELACIONES DE APOYO DENTRO Y FUERA DE LA FAMILIA
Aprende a aceptar y brindar ayuda dentro y fuera de tu familia. - EVITA VER LAS CRISIS COMO OBSTÁCULOS INSUPERABLES
No podemos evitar que ocurran eventos no deseados, así que es pertinente buscar formas de sentirte mejor mientras te enfrentas a situaciones difíciles. - ACEPTA QUE EL CAMBIO ES PARTE DE LA VIDA
Enfocarte en lo que sí puedes cambiar te ayudará a aceptar las situaciones adversas que no te permitan alcanzar tus metas. - DIRÍGETE HACIA TUS METAS
Tener planes realistas te encaminará a acercarte a tus metas, recuerda que ningún logro es pequeño. - LLEVA A CABO ACCIONES DECISIVAS
En situaciones adversas es mejor llevar a cabo acciones decisivas en vez de ignorar los problemas y tensiones que estos acarrean. - BUSCA OPORTUNIDADES PARA DESCUBRIRTE A TI MISMO
RECONOCE Y APLICA TUS APRENDIZAJES EN SITUACIONES ADVERSAS PASADAS. - MEJORA TUS DESTREZAS EN COMUNICACIÓN Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
El reconocimiento adecuado de nuestros sentimientos y emociones ayudará a desarrollar nuestra capacidad para enfrentar y resolver conflictos. - CULTIVA UNA VISIÓN POSITIVA DE TI MISMO
Nadie es perfecto, cada uno de nosotros tiene áreas fuertes y áreas que se pueden mejorar. - NUNCA PIERDAS LA ESPERANZA
Cuando somos optimistas a pesar de nuestros problemas somos más capaces de resolver retos. - CUIDA DE TI MISMO
No dejes de lado tus necesidades y deseos.
Podrás implementar también algunas formas adicionales de cuidado como meditación, yoga, mindfulness o escribir acerca de tus sentimientos, eventos o recuerdos dolorosos.
Particularmente en estos meses de contingencia, enfocarte en experiencias pasadas y en tus estrategias utilizadas para afrontar sucesos dolorosos o eventos traumáticos puede ayudarte decisivamente a identificar tus cualidades y estrategias personales para fortalecer tu RESILIENCIA, lo que te ayudará a superar las adversidades sin que influyan negativamente en tus relaciones interpersonales, comportamiento ni tu salud.