En la comunicación de las estrategias claves, los indicadores e incluso los proyectos de las organizaciones, cobran una gran importancia los tableros de control como herramientas para presentar el estado de estos elementos de la medición corporativa. En este artículo vamos a explorar la definición, las características y el uso de los tableros de control como herramientas de gestión de la información en los procesos, las unidades de negocio y en general en las organizaciones.
El tablero de control es una herramienta gerencial que tiene por objetivo principal presentar el estado actual de uno o varios elementos de la medición (indicadores, planes, estrategias, iniciativas) de la gestión de una compañía, bien sea a nivel global o por cada una de sus áreas o procesos. Existen definiciones más complejas que incluyen algunos otros aspectos. Sin embargo, esta definición redondea los rasgos más importantes.
Características de un buen tablero de control
Existen algunos puntos que es necesario revisar al momento de crear un tablero de control, para tener la seguridad de que esta herramienta funcionará y cumplirá con sus propósitos. A continuación, presentaremos algunas de las características cruciales para construir un buen tablero de control:
- Visualmente claro: aunque de entrada parece algo trivial, una de las características más importantes de un buen tablero de control es su visualización. En el análisis de datos, y para saber con claridad cómo vamos, es importante que lo que se muestra en el tablero esté soportado en gráficas, semáforos de cumplimiento e íconos que sean entendibles para el equipo de trabajo. A partir de ellos, será posible empezar a tomar acción.
- Integral: imaginemos por un momento un comité de dirección en donde se tienen que presentar los avances en los indicadores financieros de la compañía, los proyectos de expansión y el estado del plan de marketing. Cada uno de los líderes de estos procesos llega con su propia presentación ejecutiva para mostrar su gestión, formatos diferentes, fuentes variadas de información y, al final, islas de datos que generan demora y baja eficiencia en nuestro comité. Ahora pensemos en un comité en donde, gracias a un tablero de control bien diseñado, tenemos acceso a los indicadores financieros más importantes, conexión con el avance de los proyectos y con los planes que genera la compañía, en una sola pantalla, en un solo sistema, con gráficas interactivas de avance y semáforos de cumplimiento. Suena bien ¿no? A esto nos referimos con que los tableros de control deben ser integrales y tener la capacidad de traer y presentar los datos de los diferentes sistemas de medición de la organización.