Ten una visión estratégica
Para todo tipo de cambio que realices —ya sea en operaciones, sistemas, modelos de negocio o estructura de la empresa— es necesario que determines una estrategia que marque el rumbo. Con ella es preciso que alinees la transformación a ejecutar con los objetivos empresariales.
Aquí te presentaremos un ejercicio de estrategia que te dará inspiración para llevar el proceso de tu compañía.
Promueve el desarrollo
El mercado por naturaleza está en constante movimiento, por lo que las empresas que quieran mantenerse en él y seguirle el ritmo deben tener una cultura de crecimiento. Esto les permitirá ser más flexibles ante nuevas situaciones y tener apertura para adquirir nuevos conocimientos.
Como líder puedes fomentar la capacitación constante de tus colaboradores para que refuercen y adquieran habilidades, así como asegurarte de que cuenten con equipos y software actualizados que les ayuden a optimizar sus tareas diarias. De igual modo, implementa nuevas técnicas, metodologías, dinámicas e incentivos laborales. Es esencial que generes consciencia de que la evolución solo se puede dar si se adopta el cambio.
Sé precavido(a)
Ten en cuenta que la adopción del cambio también implica asumir riesgos, así que anticipa medidas ante posibles resultados desfavorables. De ningún modo se trata de ser pesimistas; más bien, de ser objetivos y ejecutar acciones. Por ello es vital que prepares lo mejor posible la transición que experimentará la plantilla de la empresa.
Esto incluye identificar factores internos y externos de amenaza para la organización, como pueden ser problemas con el transporte, crisis económica, regulaciones legales, rotación de personal, fuga de clientes, disminución de ventas, entre otros. Luego evalúa los riesgos y determina el plan de respuesta adecuado para los intereses de la empresa.
Simplifica el cambio
Para que un empleado genere menos resistencia al cambio y acepte salir de su zona de confort es necesario que crees instrucciones y procesos que sean fáciles de comprender. De esta forma, será mucho más sencillo que acepte el cambio que se va a iniciar y en el cual toma parte de manera activa. Así que ya lo sabes: la claridad es fundamental para lograr que tus colaboradores te sigan el paso.
Aprovecha las automatizaciones
Cuando tus colaboradores cuentan con software de automatización se ahorran gran cantidad de tiempo en realizar tareas repetitivas y, por lo tanto, están más dispuestos a adaptarse a los cambios que se avecinan en la empresa. Asimismo, la integración de la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a reducir la carga de trabajo del equipo.
Comunica acertadamente
Es vital que los líderes señalen a los colaboradores qué aspectos de la empresa van a cambiar, explicar por qué es necesario que cambien, cómo van a cambiar y cuáles son las nuevas responsabilidades que traerán consigo. Tratados todos estos puntos es más fácil mediar los intereses de las partes involucradas y apaciguar la incertidumbre que genera la transición en la organización.
Inspira a tu equipo
Recordemos que hay una diferencia entre un jefe y líder: el primero se limita a dar órdenes, mientras que el segundo acompaña a sus colaboradores para obtener los resultados esperados. Parte de ser un buen líder consiste en reconocer los logros de los empleados, señalar sus errores de forma constructiva, organizar juntas de retroalimentación, así como mantener comunicado y unido a todo el equipo.