Se trata de una forma de pensar de manera sistemática en el futuro, para prever los posibles problemas que puedan surgir antes de que estos se presenten y afecten el buen desempeño de la empresa.
Este tipo de planeación financiera es la parte de la planificación estratégica que se encarga de cuantificar los proyectos, calculando los costes de inversión y las necesidades de financiamiento.
Sus principales insumos son:
- Datos históricos de la contabilidad.
- Productos o servicios del negocio.
- Cifras de ventas.
- Necesidades de inversión.
- Costes de producción.
- Otros costes.
Consiste entonces en hacer una proyección cuenta por cuenta de las cifras de los estados financieros, para obtener posibles escenarios futuros de los mismos.
Los datos que se deben considerar para elaborar un plan financiero a largo plazo son:
Pérdidas y ganancias:
- Identificar y calcular las fuentes de ingreso.
- Identificar y cuantificar los diferentes costes (producción, nómina, suministros, financieros).
Balance de situación:
- Activos e inversiones necesarias.
- Pasivos o fuentes de financiación
Objetivo
Su objetivo principal es establecer el mapa de ruta que deberá seguir el área financiera de una empresa durante un período promedio no menor a dos años.
Ventajas
La planificación financiera otorga a la empresa un buen número de ventajas entre las cuales se encuentran:
- Hace a la empresa más confiable y le facilita su gestión.
- Ofrece una visión general de los posibles riesgos y permite enfrentarlos de forma eficaz.
- Facilita la coordinación y colaboración de todas las áreas de la compañía, pues se delinea y establece de forma clara la asignación de responsabilidades.
- Permite evaluar y revisar los procesos, al mismo tiempo que fomenta la flexibilidad en la gestión.
Desventajas
- Conlleva un riesgo implícito pues se basa en previsiones y estimaciones.
- Resulta un proceso tedioso en especial si no se cuenta con una herramienta de inteligencia de negocio (Business Inteligence)